Breve chispazo en el parlamento europeo
Este jueves el parlamento
europeo ha vivido una jornada tensa y contradictoria.
Comenzó la mañana con el
debate de reparto de cuotas pesqueras y ganaderas. Después de tres horas de
intenso debate y discusiones, los parlamentarios se han puesto por fin de
acuerdo en el reparto de las toneladas de bacaladilla, merluza, rape o
rodaballo que corresponde a cada país. La misma situación, pero con mayor
brevedad, se ha vivido hasta que se ha conseguido un reparto de las cuotas de
producción lechera.
A última hora de la tarde se
ha llegado al asunto más espinoso: el reparto de las toneladas de refugiados
sirios, iraquíes, afganos o eritreos que le corresponde a cada país europeo. En
este asunto el debate aún ha sido más estéril y el acuerdo imposible, ante el
egoísmo y falta de humanidad demostrado por sus señorías.
El papel estelar de la
sesión vespertina lo ha protagonizado el diputado belga Pierre Lhun-Vreras,
quien, en un momento de clarividencia, ha tenido la ocurrencia de plantear por
qué no se atajan las causas de la migración masiva de estas últimas semanas
hacia Europa.
El parlamentario, se ha
quedado solo en la tribuna, compuesto y sin respuesta, pues, instantes después
de formular esta pregunta, se ha producido la tradicional espantada semanal de
nuestros representantes europeos. Todos han salido corriendo en busca de sus
trenes y aviones para poder regresar a sus confortables hogares.
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